La Inteligencia Artificial (IA) es una disciplina amplia que agrupa un conjunto de tecnologías que procesan y gestionan los datos para convertirlos en información. Consigue realizar operaciones comparables a las de la mente humana, como son el aprendizaje o el razonamiento lógico. Algunas de las tecnologías que se consideran bajo el paraguas de la IA son Machine Learning, Deep Learning, Natural Language Processing o Computer Vision. En este artículo se resumen y ponen en contexto según su función principal con respecto a los datos.
La adopción de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo empresarial es ya un hecho, está transformando los negocios y orientándolos a la eficiencia.
Pero la IA se ha integrado también en nuestra vida personal y cotidiana, consiguiendo uno de los principales objetivos para los que fue creada, facilitar la vida de las personas mejorando la eficiencia de las tareas más rutinarias y repetitivas.
Son ya bastante populares y no nos sorprenden algunas de sus áreas de aplicación en nuestro día a día como el reconocimiento facial en los móviles, la comunicación por voz con asistentes virtuales, la optimización de rutas con GPS, la detección de spam en el correo electrónico, el control y gestión en los hogares de la iluminación, calefacción, encendido/apagado de electrodomésticos, e incluso la reposición de productos en la nevera … Pero sus casos de uso se van multiplicando, y en este artículo mencionamos algunos de los más novedosos.
Debido a la pandemia, Universidades y Centros de Educación de todo el mundo han empezado a adoptar soluciones de software basadas en IA para evitar o al menos minimizar, que los alumnos copien en los exámenes remotos. Estas aplicaciones toman el control del ordenador del estudiante y monitorizan cualquier actividad sospechosa. La mayoría de ellas utilizan algoritmos de reconocimiento facial que verifican que el estudiante esté sentado y que no haya nadie más en la sala donde se encuentra, y disponen de mecanismos de detección de susurros, mecanografía atípica, movimientos inusuales u otros comportamientos que podrían sugerir que se está haciendo alguna trampa.
Algunas marcas de automóviles están implementando en los vehículos un dispositivo llamado "Sensor Vitality Drive" que pretende ayudar en caso de accidente. Utiliza inteligencia artificial para según patrones de viaje, variación de velocidad y ubicación del automóvil, poder identificar si ha ocurrido un accidente y comunicarse de inmediato con la central de emergencias para solicitar una ambulancia, bomberos, grúa ... De esta manera, se gana mucho tiempo en poder atender a los posibles afectados y se incrementa la probabilidad de salvar vidas. Otro caso de uso muy interesante en este sector, es la utilización de la IA para la conducción de coches autónomos, en donde la tecnología tiene que interpretar constantemente las imágenes de las cámaras de visión artificial y los datos que recogen sus sensores. Con esa información pueden tomar decisiones inmediatas sobre qué hacer a continuación (cambiar de carril, adelantar, frenar, acelerar, …), mediante la detección de obstáculos y anticipando los próximos movimientos de automóviles, peatones y ciclistas.
La inteligencia artificial ha irrumpido también en el sector del vino y además de proporcionar a las bodegas información clave sobre los vinos a elaborar, han aparecido soluciones basadas en IA para ayudar al consumidor a elegir un vino que le guste. Estas soluciones obtienen los perfiles de aroma y sabor mediante el análisis químico de miles de vinos en, y por otro lado, mediante cuestionarios web o a través de una app móvil, se identifican los perfiles de consumo de cada individuo, que son siempre únicos (no hay dos iguales). Los algoritmos de IA se encargan de “maridar” estos dos conjuntos de datos y son capaces de predecir las preferencias en vinos del consumidor con una precisión superior al 92%.
También los espectáculos están incorporando IA. Recientemente un teatro en España utiliza una solución de IA para identificar si los asistentes se divierten y les cobra en función de ello. Si no te diviertes, no pagas. Si disfrutas del espectáculo, pagas el valor de la entrada. Para determinar si el público se divierte o no, el sistema funciona con una Tablet instalada frente a cada butaca que realiza un reconocimiento facial e identifica cuántas veces sonríe la persona durante el espectáculo a través de una aplicación.
En el mundo del deporte, se están desarrollando prendas (llamadas wearables) que incorporan sensores para ayudar a perfeccionar movimientos y gestos necesarios para la buena práctica del mismo. A través de la Inteligencia Artificial, se detectan patrones para corregir posturas, golpeos, … e incluso pueden actuar online comunicándose a través de vibraciones con el deportista para indicar en tiempo real correcciones de posición, gestos técnicos, …. Muy interesantes los avances en el mundo del fútbol y la mejora de la experiencia del espectador para la visualización de torneos de tenis.
Los casinos online y los juegos de azar también están en el centro de la transformación con inteligencia artificial. En lugares como Oriente Medio donde los casinos físicos son ilegales, han aparecido sitios web que ofrecen una experiencia espectacular para que el jugador se sienta como si estuviera jugando presencialmente en un casino físico. Esto es posible gracias a la inteligencia artificial altamente desarrollada para caracterizar con todo tipo de detalles y efectos estos sitios web.
Varios modelos de teléfonos móviles incorporan tecnologías de inteligencia artificial para ayudarnos a poder obtener mejores fotografías con nuestro dispositivo. Para lograrlo, la IA reconoce las escenas que deseamos fotografiar en base a nuestros gustos de enfoque, ajustes de luz, calidad de imagen y cuenta con un sistema de estabilización de imagen predictivo para evitar fotografías movidas, logrando capturas mucho más nítidas independientemente de la intensidad de la luz que se haya utilizado para la exposición.
También podemos encontrar la IA en el supermercado. Las principales cadenas de distribución, están introduciendo aplicaciones que analizan los hábitos de consumo, días de compra, horarios, preferencias, recorridos por los establecimientos… y con ello pueden identificar patrones para diseñar una distribución de productos optimizada para incrementar las ventas. Estas soluciones proponen las pautas para colocar los productos en los distintos pasillos, a la entrada o al fondo, e incluso indican la altura a la que debe ponerse un producto específico en las estanterías.
Las recomendaciones personalizadas de Netflix sobre series y películas están basadas en IA (en concreto en lo que se llama XAI - Explainable Artificial Intelligence) , y se basan en nuestros gustos/intereses. Constituyen un gran avance si lo comparamos con las búsquedas tradicionales de Google que simplemente nos presenta los resultados sin indicarnos nuestras preferencias, o si lo comparamos también con cuando Amazon nos dice “lo que otras personas compraron” al seleccionar algún producto, en donde no se detectan nuestros gustos. En cambio Netflix, establece múltiples categorizaciones del contenido que ofrece, y cuando nos presenta una categoría que etiqueta como “Dramas motivadores basados en hechos reales”, al mismo tiempo que nos lo está recomendando, nos está explicando la razón por la que nos va a gustar, ya que pone en palabras el gusto (el género, el patrón detectado por la IA), con el que podemos reconocernos en la propuesta.
Cuando utilizamos a diario los programas de Office, la IA se emplea para potenciar y mejorar algunas de sus funcionalidades. En Word tenemos el corrector de ortografía y gramática y las sugerencias de estilos de fuentes de acuerdo al documento. Algo similar ocurre en PowerPoint, que ofrece recomendaciones de presentación, colores, imágenes, íconos, etc. Con las hojas de cálculo en Excel se sugieren posibles análisis de datos, y a través del reconocimiento de imágenes, es posible capturar una foto de un documento impreso en papel y convertirlo en una tabla editable digitalmente.
Al usar las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter , la IA está presente personalizando lo que vemos en el “Timeline” según el tipo de publicaciones que más nos interesan, sugiriendo posibles amigos/contactos, y también identificando y filtrando noticias falsas. Un estudio reciente de Facebook demuestra que sus algoritmos nos conocen tanto, que con sólo 10 likes pueden saber mejor que nuestros amigos si daremos like a una determinada publicación.
Las posibilidades de usar inteligencia artificial son inimaginables, y la velocidad del cambio es tal, que hasta es difícil predecir los cambios que vendrán en breve.
Comments